POSTURA ÉTICA Y MOVIMIENTOS SOCIALES: RETOS DE LAS SOCIEDADES ACTUALES

POSTURA ÉTICA Y MOVIMIENTOS SOCIALES: RETOS DE LAS SOCIEDADES ACTUALES

En el mundo actual, los movimientos sociales y políticos desempeñan un papel fundamental en la búsqueda de justicia y equidad. Las y los adolescentes tienen la capacidad de promover y defender los derechos humanos desde una postura ética. Para ello es importante analizar, por principio, los movimientos sociales de los años recientes, la postura ética de niñas, niños y adolescentes (NNA) respecto a ellos y las acciones que pueden llevar a cabo para marcar la diferencia.

MOVIMIENTOS SOCIALES Y POLÍTICOS EN LA ACTUALIDAD

Los movimientos sociales y políticos son expresiones colectivas de personas que se unen para luchar por una causa común. Pueden atender diversos temas, como la igualdad de género, la justicia climática, los derechos de los migrantes, entre otros. Estos movimientos buscan generar conciencia, cues­tionar las estructuras de poder existentes y promover cambios significativos en la sociedad. Su importancia radica en la capacidad que tienen para hacer que las voces de las personas o grupos que han sido marginados o excluidos sean escuchadas, así como para presionar a los gobiernos y las instituciones a tomar medidas concretas para garantizar el cumplimiento y el respeto de los derechos humanos.

A lo largo de la historia, los movimientos políticos y sociales han logra­ do  avances significativos en  la protección  de los derechos humanos,  la igualdad  de oportunidades y  la construcción  de un  mundo  más inclusi­vo. No obstante, esto no significa que todo esté resuelto y que sea menos relevante la participación organizada hoy en día.

En la actualidad, tanto en México como en diversas partes del mundo, existen  numerosos movimientos que tratan  una amplia gama de proble­mas y preocupaciones. Algunos ejemplos se describen a continuación:

Movimiento por la igualdad de género: busca lograr la igualdad entre mujeres y hombres en todos los aspectos de la vida, desde el ámbito laboral hasta el acceso a la educación y la eliminación de la violencia de género. Estos son algunos ejemplos:

a) Movimiento #MeToo (#YoTambién): comenzó en las redes sociales, en 2017, en Estados Unidos, con el objetivo de visibilizar y combatir el acoso sexual y la violencia de género. Planteó la importancia mundial de generar entornos seguros para las niñas y mujeres.

b) Marcha de las Mujeres: en varios países se llevan a cabo protestas y manifestaciones que abogan por los derechos de las mujeres, incluyendo la igualdad salarial, el acceso a la atención médica y la lucha contra la discriminación y la violencia.

c) Movimiento Ni Una Menos: se originó en Argentina, en 2015, y se ha extendido a muchas partes del mundo. Lucha por poner fin a la violencia de género, el machismo y los feminicidios.

d) Campaña HeForShe: fue lanzada por ONU Mujeres en 2014 para fomentar la solidaridad y la colaboración entre mujeres y hombres en aras de una sociedad más equitativa e igualitaria.

Movimiento por la justicia climática: se centra en exponer la crisis climática y promover la adopción de medidas para mitigar los efectos del cambio climático y la protección de la biodiversidad. Busca sensibilizar a la población sobre la importancia de emprender acciones sustentables y  exigir a los gobiernos y las empresas que sean responsables con el planeta. A continuación, algunos ejemplos concretos:

a) Fridays for Future (Viernes por el Futuro): comenzó en 2018, cuando la activista sueca Greta Thunberg inició un conjunto de protestas frente al Parlamento de su país, para exigir acciones contra el cambio climático. Estas protestas se han extendido en el mundo y muchos jóvenes se han sumado a favor de medidas contra el deterioro ambiental.

b) Extinction Rebellion (Rebelión contra la extinción): surgió en 2018 en Londres y se sirve de la desobediencia civil no violenta como estrategia para llamar la atención sobre la emergencia climática. Por medio de bloqueos de calles, manifestaciones y acciones de protesta, busca presionar a los gobiernos y las instituciones para que tomen medidas concretas y reduzcan las emisiones de carbono.

c) Movimiento de los Pueblos Indígenas de la Amazonia: busca hacer frente a las amenazas en esa región, como la deforestación, la explotación de recursos naturales y los impactos del cambio climático. La conexión que los pueblos indígenas tienen con la tierra es fundamental para protegerla y mantener su equilibrio.

Movimiento de derechos de los migrantes: se dedica a lu­char por los derechos de las personas migrantes, promo­viendo la justicia, la igualdad de trato y el respeto de los derechos humanos en relación con la migración y el asilo. Algunos ejemplos concretos son:

a) Movimiento Dreamer: está compuesto principalmente por jóvenes indocumentados en Estados Unidos, llevados al país cuando eran niños. Luchan por obtener el reconocimiento de sus derechos como inmigrantes. Han realizado protestas, manifestaciones y acciones para presionar al Gobierno y buscar soluciones.

b) Red Nacional de Organizaciones Migrantes y Promigrantes: es una red de organizaciones que trabajan en defensa de los derechos de los migrantes y refugiados. Se enfoca en brindar apoyo, asesoría legal y acompañamiento

c) Movimiento Santuario: ha surgido en varios países, como Estados Unidos y Canadá, donde comunidades y organizaciones religiosas ofrecen refugio y apoyo a migrantes indocumentados. Estos sitios se declaran “santuarios” y desafían las políticas migratorias bajo el argumento de que tienen la responsabilidad moral de proteger y apoyar a quienes inmigran.

Movimiento  antirracismo: se enfoca en  combatir el ra­cismo  y  la discriminación  racial en  todas sus formas. Busca crear conciencia sobre la importancia de la igual­ dad racial y abogar por políticas y prácticas que promue­ van la inclusión y la justicia. Algunos ejemplos concretos son los siguientes:

a) Black Lives Matter (Las vidas negras importan): éste surgió en Estados Unidos en respuesta a la violencia y discriminación hacia las personas afrodescendientes. Busca visíbilizar y denunciar la brutalidad policial y el racismo. Sus integrantes han realizado manifestaciones, protestas y acciones para generar conciencia sobre esta problemática y promover cambios significativos.

b) Movimientos indígenas: en diferentes países, como México, los pueblos indígenas han organizado manifestaciones para luchar contra la discriminación que han enfrentado históricamente. Con esto buscan preservar sus culturas, idiomas y tradiciones, y demandan el reconocimiento de sus derechos territoriales y la igualdad de oportunidades.

c) Movimiento contra la islamofobia: pretende desafiar los estereotipos y prejuicios hacia el islam y los musulmanes, lo que constituye islamofobia, y promover la tolerancia religiosa y la igualdad de derechos para todas las personas, independientemente de su religión.

d) Stop Asían Hate (Detengan el odio hacia los asiáticos): se refiere a una serie de protestas llevadas a cabo en Estados Unidos en 2021 para manifestarse en contra de la violencia y la discriminación racial contra los asiáticos y estadounidenses de ascendencia asiática en el contexto de la pandemia de la enfermedad covid-19.

Los ejemplos descritos son  sólo  una muestra de los numerosos movi­mientos sociales y políticos que existen en la actualidad, los cuales abor­dan  una amplia gama de problemáticas y  tienen  como  objetivo  generar transformaciones positivas en  la sociedad.  Cada uno  refleja la diversidad de preocupaciones y  aspiraciones que las personas y  grupos tienen  para construir un  mundo  más justo  y  equitativo.  Estos movimientos desafían y  cuestionan  las estructuras que perpetúan  la discriminación  y  la viola­ción  de los derechos humanos.  Al levantar la voz y  alzar la bandera de la justicia social, presionan a los gobiernos y a las instituciones para que tomen medidas concretas y efectivas.

Mediante el activismo y  la movilización, los  movimientos  sociales  y  polí­ticos logran hacer visibles las injusticias y desigualdades que enfrentan di­versos grupos. De esta manera, muestran la realidad de quienes han sido silenciados y propician la construcción de un futuro más equitativo y justo. La acción colectiva de estos movimientos ha logrado importantes avances en el reconocimiento y  el respeto de los  derechos  humanos. Han impul­ sado cambios legislativos, políticas y reformas que buscan superar las des­ igualdades, la discriminación y la exclusión social.

POSTURA ÉTICA ANTE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y POLÍTICOS

Asumir una postura ética frente a los movimientos sociales y políticos im­plica evaluarlos desde una perspectiva moral. Esto significa considerar si sus objetivos y acciones se alinean con valores como la justicia, la igualdad y la solidaridad en la práctica cotidiana, donde las personas siguen, según su pro­ pia convicción, estos valores en sus vínculos con los demás. Además, es ne­ cesario escuchar diversas perspectivas, respetar los derechos y la dignidad de todas las personas y actuar con coherencia entre las palabras y las acciones.

Adoptar una postura ética ante los movimientos sociales actuales conlleva tomar  una  posición  fundamentada  en  principios  éticos  al  evaluar,  apoyar  o participar en ellos. Significa que una persona se compromete a actuar de acuerdo con los valores éticos y considera las implicaciones morales de sus acciones  y  decisiones.  Es  un  compromiso  personal  de  actuar  de  manera coherente  con  sus  principios  éticos  y  contribuir  positivamente  al  cambio social desde una perspectiva moralmente cimentada.

Un  ejemplo  concreto  de lo  anterior es cuando  un  estudiante decide unirse a un  movimiento  por la justicia climática.  Antes de involucrarse, es necesario que reflexione sobre los principios éticos que guían su vida, como  el respeto  por el medio  ambiente y  la solidaridad  con  las gene­ raciones futuras.  Luego,  debe investigar y  evaluar cuidadosamente las acciones y  demandas del movimiento,  asegurándose de que estén  alinea­ das con  sus valores y  principios.  Una vez que se ha comprometido  con el movimiento,  puede participar en  diferentes actos,  con  respeto  a los derechos de los demás, sin violencia y buscando el diálogo constructivo.

Como se puede apreciar en el ejemplo anterior, actuar con  base en  una postura ética implica considerar varios aspectos, entre ellos:

a) Principios éticos: identificar los que guían nuestras acciones, como la justicia, la igualdad, el respeto a los derechos humanos, la honestidad y la responsabilidad. Estos principios permiten evaluar las acciones y tomar decisiones desde una perspectiva ética.

b) Conocimiento e información: es importante informarse sobre los movimientos sociales y políticos en los que se quiere participar o se tiene interés y considerar cuáles son sus puntos de vista, demandas y objetivos.

c) Análisis: evaluar críticamente las acciones y estrategias de los movimientos, considerando si están alineadas con los principios éticos. Tener en cuenta, por ejemplo, si las acciones son pacíficas, respetuosas y coherentes con los derechos humanos y la justicia social.

d) Responsabilidad y consecuencias: considerar las posibles consecuencias de las acciones y decisiones. Evaluar si el movimiento contribuye al bienestar general y a la promoción de valores y principios fundamentales.

Al  participar  en  un  movimiento  es  fundamental  tener  en  cuenta  las consideraciones éticas y tomar una postura basada en los valores y prin­cipios   personales   y   comunitarios.   Esto   permite   tomar   decisiones   in­formadas  y  responsables.  También  implica  ser consciente  y  reflexionar sobre  la  realidad  que  les  rodea,  teniendo  en  cuenta  la  perspectiva,  los sentimientos  y  los  afectos  de  los  demás,  mostrando  empatía  y  evitando la indiferencia hacia sus experiencias.

Un  ejemplo  de  lo  anterior  es  mostrar  sensibilidad  hacia  las  necesida­des  particulares  de  los  pueblos  indígenas,  incluso  si  no  se  pertenece  a ellos.  Una  postura  ética  conlleva  promover  acciones  que  reconozcan  su dignidad y sus derechos, además de abogar por su inclusión y respeto.

La postura ética implica seguir principios  y  valores  que orienten las acciones, así como reconocer la responsabilidad, la autonomía en la toma de decisiones y el beneficio común. Significa ser consciente de la realidad y considerar la perspectiva de los demás, mostrando empatía y promovien­do acciones que favorezcan el bienestar y la dignidad de todxs.

ACCIONES PARA PROMOVER Y DEFENDER LOS DERECHOS HUMANOS DESDE UNA POSTURA ÉTICA

Los  movimientos  sociales  y  políticos  fomentan  la  participación  ciudadana y fortalecen la democracia al empoderar a las personas para que se involu­cren activamente en la defensa de sus derechos. Al tomar conciencia sobre las problemáticas sociales, las personas, incluyendo a las y los adolescentes, pueden participar en el debate público y  estimular el diálogo constructivo en conjunto.

La importancia de los movimientos sociales y  políticos va más allá de la denuncia de las injusticias.  También  se centran  en  la construc­ción  de alternativas y  propuestas para crear una sociedad  más inclusiva y  equitativa.  Mediante la movilización,  la educación  y  la sensibilización, estos movimientos buscan  generar un  cambio  cultural y  transformar las estructuras que perpetúan la discriminación y la violencia.

Para promover y  defender los derechos humanos,  las y  los adolescentes son  capaces de desempeñar un  papel activo  en  la sociedad.  Existen diversas acciones con las que pueden contribuir a la protección y promoción de los derechos humanos.

Sumarse a movimientos y organizaciones.
Pueden encontrar grupos locales o nacionales que trabajen con temas específicos, como la igualdad de género, el medio ambiente, la justicia climática o los derechos de los mi­grantes. Participar en estos movimientos les brindará la oportunidad  de colaborar con otros jóvenes comprometidos y trabajar en la defensa de los derechos humanos.

Participar en manifestaciones pacíficas.
Las y los adolescentes tienen la posibilidad de par­ticipar en marchas, concentraciones y protes­tas pacíficas para llamar la atención en torno a temas de derechos humanos y  expresar opiniones y demandas. Es importante que lo hagan de manera pacífica y respetuosa, consi­derando los derechos de los demás y evitando la violencia. Al unirse a estas manifestaciones, pueden  mostrar solidaridad  con  las causas justas y exigir un cambio en la sociedad.

 Realizar actividades de voluntariado.
Pueden buscar oportunidades en organizaciones locales o nacionales que trabajen en áreas como la edu­cación, la salud, el acceso a la justicia o la asis­tencia humanitaria. Al participar en actividades de voluntariado, contribuyen al bienestar de las comunidades y ayudan a garantizar el respeto de los derechos fundamentales de las personas.

Organizar y participar en campañas de sensibilización.
Las y los ado­lescentes tienen la oportunidad de impulsar temas de derechos huma­ nos en sus comunidades por medio de diferentes medios, como las redes sociales, la organización de charlas, la distribución de folletos informativos o la realización de eventos comunitarios. Estas campanas permiten educar a las personas, generar conciencia y fomentar actitu­ des y acciones positivas hacia su protección. También pueden escribir ensayos, crear arte, realizar presentaciones, entre otras actividades.

Construir alianzas.
Es posible conectar con otros jóvenes y organizacio­nes con los que comparten sus preocupaciones. Esto facilita que colabo­ren en proyectos conjuntos, compartan ideas y trabajen juntos para lograr un cambio más significativo.

Las y los adolescentes tienen un papel destacado en la promoción y de­fensa de los derechos humanos.  Al  unirse  a  movimientos  y organiza­ciones, participar en manifestaciones pacíficas, realizar actividades de voluntariado  y organizar campañas de sensibilización,   pueden contri­buir  significativamente a construir un mundo más  justo y respetuoso de los derechos fundamentales de todas las personas.

Aunque a veces  se subestime su voz, la juventud tiene un poder transformador. Su capacidad para movilizarse, utilizar las  redes  sociales y  conectarse  con  otros  jóvenes  con  ¡deas  afines  les  permite  generar  un efecto significativo en la promoción de los derechos humanos. Su partici­pación  y  determinación  influye  en  la  opinión  pública  y  detonan  los  cam­bios necesarios.

Las y los adolescentes tienen la capacidad de marcar la diferencia en el mundo pro­moviendo y defendiendo los derechos humanos desde una postura ética. Al asumirla, informarse y tomar acciones concretas, los jóvenes pueden crear un mundo más justo, igualitario y respetuoso de los derechos humanos. Los movimientos sociales y políticos les pueden brindar la oportunidad de contribuir al cambio positivo.

Para ello, es importante que se informen, alcen sus voces y participen activamente en los movimientos que resuenan con sus valores. Sus acciones y contribuciones pueden producir un impacto significativo en la sociedad, y contribuir a la construcción de un mundo mejor para el presente y las generaciones futuras