POBLACIÓN AFROMEXICANA

POBLACIÓN AFROMEXICANA

Al hablar de la historia de los pueblos afromexicanos, resulta fundamental conocer y reflexionar sobre el pasado de los pueblos africanos que llegaron a México como esclavos en la época colonial. Un número incalculable de hombres, mujeres y niños fueron separados de sus hogares y esclavizados en el llamado Nuevo Mundo. Es también con este proceso histórico que se escribe parte de la historia del mestizaje en México.

LA TERCERA RAÍZ: ORIGEN DE LA POBLACIÓN AFROMEXICANA

Los primeros esclavos africanos llegaron a México en los viajes de exploración y conquista emprendidos por los españoles. Éste fue el caso de Juan Garrido, traído por Hernán Cortés, a quien se le atribuye ser el primer africano que arribó a América, otro caso fue el de Guidela y Juan Guía, traÍdos por Pánfilo de Narváez.

Posteriormente, durante el siglo XVI, una vez terminada la guerra de conquista y establecido el Virreinato de la Nueva España, los conquistadores notaron que la mano de obra era insuficiente para la explotación de los recursos agrícolas, ganaderos y mineros, y para el trabajo pesado derivado de ésta. Esta falta fue provocada, entre otras causas, por las pandemias traídas por los españoles, las cuales provocaron la muerte de miles de indígenas en todo el territorio. Es así como los españoles decidieron optar por la compra de esclavos africanos, pues se creía que su constitución física los hacía más aptos para los trabajos forzados.

Entre 1580 y 1650, el comercio trasatlántico de esclavos se encontró en auge gracias al comercio triangular. Éste consistía en que los barcos zarpaban de Europa hacia África con mercancías que intercambiaban por personas esclavizadas, luego las vendían en territorio americano y finalmente las embarcaciones regresaban a Europa. Los esclavos eran comprados a empresas internacionales que se dedicaban a la trata de personas en África. Su traslado se hacía en condiciones deplorables e insalubres, dentro de barcos donde se superaba la capacidad de carga en más de 50%, es decir, en embarcaciones con una capacidad para 450 personas confinaban a más de 650 en espacios minúsculos donde no podían moverse por días o semanas. 

Allí proliferaban enfermedades como el sarampión o la viruela, lo que cobró la vida de miles de personas. A su llegada a América, los que lograban sobrevivir eran marcados y explotados en condiciones inhumanas, e incluso torturados, sin ningún tipo de derechos, pues eran considerados objetos y no personas.

Los africanos esclavizados llegaban a las costas de los puertos más importantes de la época virreinal, como Veracruz, Campeche y Acapulco, donde trabajaban en la edificación de los fuertes que protegerían a las ciudades de los ataques de piratas y corsarios. Los que llegaban a Veracruz eran llevados a la ciudad de México y desde donde eran distribuidos por toda Nueva España.

A finales del siglo XVII, el comercio de esclavos se redujo de manera considerable y la población de afrodescendientes empezó a crecer y a conformar algunos de los grupos de mestizos a los que se les dio el nombre de castas. Éstas constituyeron un sistema que buscaba clasificar a los descendientes de las diferentes uniones entre los pobladores de Nueva España en aquel entonces. Se creía que con la mezcla racial entre españoles e indígenas se podría "blanquear la raza", pero que el mestizaje con los afrodescendientes "manchaba la raza". Esto llevó a que se jerarquizaran las castas: mientras más sangre española tuviera una persona, mejores derechos adquiría; si tenía más sangre africana, tenía menos derechos.

Durante el Virreinato, muchas personas que habían sido esclavizadas lograron obtener su libertad a través de un pago o mediante las resistencias armadas que se abordarán más adelante, como la organizada por Yanga. Así accedieron a mejores estilos de vida, gracias al trabajo duro con un oficio.

APORTACIONES SOCIALES Y CULTURALES A LA IDENTIDAD MEXICANA

Si bien los esclavos africanos fueron torturados y explotados, algo que los mantenía con vida y les infundía ánimos era mantener sus raíces culturales, sin imaginar que algún día formarían parte de la cultura mexicana en forma de palabras, comidas, danzas, religiones, etcétera.

Por ejemplo, una palabra que se utiliza todos los días en las escuelas y en el lenguaje del día a día es mochila, la cual es de origen africano, en específico de las lenguas kikongo y kimbundu que se hablaban en el Congo: significa “morral en forma de sobre”. De las mismas lenguas africanas proviene la palabra marimba, la cual hace referencia a un instrumento musical.

También hay alimentos que forman parte de la dieta de los mexicanos y tienen su origen en África, como la jamaica, las lentejas o el plátano. Otro ejemplo es el menudo blanco que se prepara a base de panza de res en las comunidades de Mascogos, en Coahuila.

Estas poblaciones tienen su origen a finales del siglo XVII, cuando sólo eran un grupo de personas esclavizadas que habían huido hacia Florida y al norte del territorio de Nueva España.

En la zona conocida como la Costa Chica, en Guerrero y Oaxaca, se practica una danza denominada Danza de los diablos, la cual se interpreta el Día de Muertos con instrumentos de origen africano como el “bule o bote”, que se asemeja a un tambor, pero que al tocarlo produce un sonido que imita el rugido de un tigre. Los danzantes utilizan una máscara que representa a un diablo. Esta se elabora de manera tradicional con piel y crin de caballo.

Una de las expresiones culturales más representativas de México en todo el mundo es el mariachi, que también tiene influencia africana, pues es una evolución del fandango. Durante el Virreinato, este tipo de música se tocaba durante las reuniones de los esclavos africanos donde bailaban, cantaban y celebraban, es decir, en las fiestas que se practicaban a lo largo de todo el territorio de la Nueva España. De ahí surgieron el son jarocho y el jarabe tapatío, los cuales alternan un solista y el coro. Canciones como el “Son de la negra” hacen referencia a la población afrodescendiente en México.

PROBLEMÁTICAS CONTEMPORÁNEAS DE LA POBLACIÓN

En la actualidad, las poblaciones afromexicanas sufren de un alto grado de pobreza y marginación social, resultado de siglos de desigualdad, discriminación y racismo, lo cual ha provocado que estos pueblos sean invisibilizados y sus derechos se violenten de manera constante, e incluso que su historia e importancia para la conformación de la cultura mexicana actual sea desconocida para muchas personas.

El analfabetismo es una de las problemáticas a las que se sigue enfrentando hasta la actualidad la población afrodescendiente, la cual debe ser atendida para que pueda contar con las mismas posibilidades educativas que el resto de la población mexicana.

En 2020, las comunidades afromexicanas representaban 2% de la población nacional y se localizaban principalmente en la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, la Costa Grande de Acapulco y las costas de Michoacán y Veracruz, además del estado de Coahuila.

Aunque hay muchos más repartidos por el territorio nacional, son estas pocas comunidades las que se reconocen a sí mismas como afromexicanas, puesto que asumen como propia la historia de sus ancestros africanos esclavizados, identificándose con ellos no sólo por el color de piel o la forma del cabello.

La asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió nombrar al 2011 como el Año Internacional de las Personas Afrodescendientes. Posteriormente estableció que el periodo que abarca de 2015 a 2024 se designe como Decenio Internacional de los Afrodescendientes. A la par, en 2015 el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) visibilizó a la población afromexicana en la primera encuesta intercensal.

A partir de entonces se ha resaltado la importancia de dar a conocer la historia de los pueblos afrodescendientes en México y sus testimonios, así como sus formas y experiencias de vida para que dejen de ser invisibilizados o ignorados por el resto del país.

Es necesario que, así como los mexicanos reconocen sus raíces indígenas y españolas, reconozcan su tercera raíz, la africana, y que la muestren con el mismo orgullo.

De acuerdo con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), los derechos de las personas afrodescendientes que más se vulneran son el trato digno y la igualdad de oportunidades.

Sin embargo, México se encuentra en una era en la cual busca hacer más visible la historia de los pueblos afromexicanos y garantizar de manera amplia sus derechos como sujeto colectivo.

El papel de los afromexicanos en la sociedad mexicana del pasado y actual debe ser reconocido y no se debe tolerar la discriminación y la violencia que sufren en el día a día, por lo que es importante reconocerles como una parte valiosa de la población, con una cultura rica, digna de conocer.

Desde la llegada de los africanos al continente americano y el surgimiento de los afrodescendientes, su historia ha estado llena de discriminación y violencia. Al repasar su historia es posible identificar que es un grupo con características particulares con raíces culturales que han aportado mucho al país. Es reprobable cualquier tipo de discriminación por características físicas como el color de piel, pues México es diverso y en su diversidad radica su riqueza.

Fuente: Colección Ximhal. Ética, naturaleza y sociedades. Primer grado de secundaria. Dirección General de Materiales Educativos de la Secretarla de Educación Pública.