ANTECEDENTES DE LA INDEPENDENCIA DE 1810

ANTECEDENTES DE LA INDEPENDENCIA DE 1810

En la segunda mitad del siglo XVIII, surgió en Europa un movimiento intelectual llamado Ilustración, que cuestionó el poder absoluto de las monarquías y el papel del clero en la vida pública. Lo anterior generó movimientos sociales que buscaban mayor participación popular en las decisiones políticas.

Así, se llevaron a cabo levantamientos que intentaron erradicar los sistemas monárquicos absolutistas, y establecer una república o una monarquía parlamentaria. Asimismo, la burguesía fue relevante en ese momento, pues aportó el dinero para organizar las revueltas que pretendían erradicar el sistema económico mercantilista que impedía la venta libre de productos como el alcohol, las barajas o el tabaco, monopolios que, en el caso del mundo hispánico, pertenecían a la Corona.

MOVIMIENTOS PREVIOS AL MOVIMIETO DE 1810

La invasión francesa en España de 1808 provocó inestabilidad política en la Nue­ va España, porque la abdicación, es decir, la renuncia a su cargo, del rey Fernando VII causó la división entre los españoles peninsulares y la población de la colonia, como los criollos, que vieron la ausencia del rey español como una oportunidad para tomar el poder virreinal. Esto creó las  condiciones  para el levantamiento armado del 15 de septiembre de 1810.

En   1807,   España   y   Francia   firmaron   el   Tratado   de   Fontainebleau, documento que acordó una invasión conjunta a Portugal. Para lograr esto,  se permitió  a Napoleón  Bonaparte el paso  de tropas francesas por territorio  español.  No  obstante,  en  1808,  la enorme cantidad  de militares franceses en  España hizo  evidente que Bonaparte también deseaba invadir dicho  país,  lo  que originó  el Motín  de Aranjuez,  una revuelta popular que obligó  al rey  Carlos IV y  a su  ministro  Manuel Godoy  a abdicar,  ya que se les culpaba de la incursión  francesa en territorio  español.  Luego  de la abdicación  de Carlos IV,  su  hijo  Fer­nando  VII se convirtió  en  rey  de España; sin  embargo,  Napoleón Bonaparte no  lo  reconoció  como  tal,  los apresó  a ambos e impuso  a José Bonaparte, su hermano, como nuevo rey.

La invasión  de Napoleón  Bonaparte provocó  incertidumbre tanto en  España como  en  sus colonias,  debido  a que no  se tenía claro  quién detentaba legítimamente la soberanía.  En  este contexto,  ese mismo año,  surgió  el movimiento  denominado  juntismo, el cual propuso  que los municipios y  las provincias formaran  juntas de gobierno  locales con el fin de gobernar las ciudades y resistir la irrupción de los france­ses hasta que regresara Fernando  VII al trono.  En  España surgieron  la Junta de Sevilla, la Junta Central y el Consejo de Regencia.

En  la Nueva España,  el Ayuntamiento de México,  encabezado  por Francisco  Pri­ mo  de Verdad,  propuso  al virrey  José de Iturrigaray  el establecimiento  de una jun­ ta de gobierno  que asumiera el poder en nombre de Fernando  VIL  La propuesta contó  con  el apoyo  del virrey,  pero  varios peninsulares se opusieron  y  organizaron un  golpe militar para apresar a Iturrigaray y  a los criollos del Ayuntamiento.  Esto  dio lugar a diversas conspiraciones contra el poder peninsular,  cuyos integrantes bus­ caban  mantener la estratificación  política, económica y  social que se había impuesto desde las Reformas Borbónicas.

La inestabilidad del gobierno español, causada por la invasión napoleó­ nica de España en 1808, ocasionó una reorganización del poder político en los territorios de la Corona con la aparición de las Juntas de Gobierno, las cuales intentaron mantener la estructura de poder hasta el regreso de Fernando Vil. Sin embargo, esto también generó un cuestionamiento acerca de la forma de gobierno establecida, lo que provocó conspiracio­ nes que confrontaban la autoridad del gobierno virreinal y la pertinencia de instaurar un gobierno autónomo en lo que se resolvía la situación en España. Éste era el contexto anterior al inicio de la guerra de Independen­ cia que tuvo lugar en Nueva España.

FACTORES EXTERNOS QUE DIERON ORIGEN AL MOVIMIENTO

El estallido de la lucha por la Independencia de la Nueva España (donde hoy  se encuentra México) fue consecuencia de distintos  factores, ya que tanto Europa como América estaban bajo el influjo ideológico de la IlusTración, movimiento que ya había tenido influencia en dos  revoluciones (la Independencia de las Trece Colonias y la Revolución Francesa). Esto de­ mostró que el sistema monárquico absolutista podía ser derrocado, lo cual permitió el surgimiento de sistemas  políticos  republicanos. Asimismo, la implementación de las  Reformas  Borbónicas  españolas  afectó la relación entre peninsulares y criollos en la Nueva España, lo que impulsó un sentimiento nacionalista que unió a los  criollos  con los  indígenas, mestizos, afrodescendientes y algunas castas.

Entre los factores externos que favorecieron  la Independencia de México  se encuentran  cuatro  procesos históricos: la Ilustración,  la Independencia de las Trece Colonias,  la Revolución  Francesa y  las Reformas Borbónicas.

La Ilustración  fue un  movimiento  filosófico  que surgió  en  Francia en el siglo  xviii y que priorizó  el pensamiento  racional y liberal.  Este pensa­ miento  fue el fundamento  de las ciencias modernas,  las cuales buscaban ampliar sus saberes para entender distintos hechos y fenómenos políticos y sociales.  Durante esa época adquirieron  relevancia diversos filósofos que proponían  una ruptura con  el Antiguo  Régimen  (el absolutismo) y  creían que la cultura,  el arte y  la educación  tenían  la función  de instruir a la población  para que ésta decidiera sobre su  propio  destino.  Algunos de los pensadores ilustrados más relevantes fueron  Montesquieu,  Rousseau, Voltaire,  Diderot y  D’Alembert.  Estos dos últimos crearon  la Enciclopedia o diccionario de ciencias, artes y oficios, una serie de tomos en los que reco­ pilaron  las ideas ilustradas del momento,  las cuales se distinguieron  por cuestionar a las autoridades políticas y religiosas.

La Independencia de las Trece Colonias fue un  conflicto  que comenzó  en  1774, cuando el rey de Gran Bretaña Jorge III, después de ganar la Guerra de los Siete Años, decidió aumentar los impuestos y los aranceles a sus colonias para pagar los gastos del conflicto  armado.  Esta acción  no  agradó  a los colonos,  quienes organizaron  algunas revueltas como  el Motín  del Té,  el cual consistió  en  arrojar dicho  producto  al mar en  el puerto  de Boston  para que la Corona británica tuviera pérdidas económicas. La inconformidad continuó y se exigió al rey eliminar los impuestos. Las peticiones ante el parlamento Rieron rechazadas, por lo que las colonias decidieron formar una resistencia armada dirigida por George Washington,  quien  recibió  apoyo  de España y Francia.

En 1776, después de dos congresos en Filadelfia, se firmó la Declaración de Inde­ pendencia (redactada por Tilomas Jefferson), aunque no fue sino hasta 1783 que Gran Bre­ taña aceptó la independencia de las colonias, las cuales serían parte del actual territorio de Estados Unidos de América.

La Revolución Francesa tuvo como ante­ cedentes las sequías y hambrunas de 1787, situación que llevó a Luis XVI a convocar una asamblea extraordinaria llamada Estados Generales, con representantes de los tres esta­ mentos (la nobleza, el clero y el pueblo llano), en mayo de 1789- En esa reunión, el primer estamento (el clero) y el segundo (el rey y la nobleza) votaron por un alza de impuestos, mientras que el tercero (trabajadores, bur­ gueses y población en general) fue ignorado. Estos últimos rechazaron los Estados Gene­ rales y formaron una Asamblea Nacional en junio de 1789, la cual representó al pueblo y sus necesidades, y organizó varias sublevacio­ nes. La más importante se desarrolló el 14 de julio de ese mismo año, cuando los sublevados tomaron  la  Bastilla,  una  prisión  en  París  donde  la  Corona  encarce­laba  a  sus  enemigos  políticos.  La  Asamblea  Nacional  promulgó,  en agosto  siguiente,  los  Derechos  del  Hombre  y  del  Ciudadano,  docu­mento  que  otorgó  libertades  a  los  individuos  y  suprimió  beneficios de la nobleza y el clero.

En  179L  la Asamblea Nacional Constituyente proclamó  la Constitución que estableció  una monarquía constitucional como  un  sistema de gobierno cuya soberanía no reside más en la figura del rey, sino en la nación. Al año si­guiente,  se conformó  la Asamblea Legislativa que elaboró  una Carta Magna que reemplazaría a la de 1791; y, aunque no se promulgó oficialmente ni se llevó a la práctica, es considerada una de las más avanzadas desde entonces. Posteriormente,  la Asamblea Legislativa fue reemplazada por la Conven­ción  Nacional,  cuyas ideas quedaron  articuladas en  dos grupos políticos: los girondinos (nobleza),  que proponían  una monarquía constitucional,  y los jacobinos (burgueses y clases bajas), que estaban a favor de una repúbli­ca.  Los desacuerdos de estos grupos derivaron  en  el asesinato  del rey  Luis XVI (que apoyaba a los enemigos de la revolución) y  la imposición  de una república que se sostuvo  mediante el terror,  encabezado  por Maximilien Robespierre.

El último  de los factores externos fue el de las Reformas Borbónicas,  una serie de medidas legales,  económicas,  políticas y  administrativas instaurada por el rey  Carlos III para modernizar la administración  del Imperio  español y  aumen­ tar la recaudación fiscal.

En  la Nueva España,  estas medidas aumen­ taron  la desigualdad  entre los peninsulares y los demás grupos sociales,  ya que a los indí­ genas se les aumentaron  los impuestos y  a los criollos se les quitó  la posibilidad  de ejercer car­ gos políticos.  Lo  anterior ocasionó  un  malestar generalizado  en  dichas poblaciones el cual se habría de manifestar en  movimientos emanci­ padores inspirados en  la Independencia de las Trece Colonias y la Revolución Francesa.

La segunda mitad del siglo xvm fue una época de cambios que provocaron la ruptura con el Antiguo Régimen, ya que las ideas Ilustradas  fomentaron una actitud revolucionaria contra las monarquías absolutas y la Iglesia, dos instituciones que habían acaparado los beneficios políticos y económicos durante mucho tiempo. Sin embargo, las crisis que suscitaron en esa época las guerras y las sequías llevaron a los reyes a aumentar los impuestos para no perder su estilo de vida, situación que provocó la incon­ formidad de la población y la orilló a pensar en nuevas formas de gobierno que pudieran solucionar sus problemas.

FACTORES INTERNO DEL MOVIMIENTO INDEPENDENTISTA NOVOHISPANO

La Nueva España proporcionó a España variados e importantes recursos na­turales como la plata, la grana cochinilla, el cacao, la vainilla y muchos otros.

Por esto, la Corona ejerció un excesivo control sobre la economía y la vida política novohispana y  buscaba contribuciones  más  altas. También impu­so leyes  (como las  Reformas  Borbónicas) en beneficio de los  peninsulares, a quienes también favoreció con altos cargos virreinales. Esto provocó gran malestar entre los criollos y alentó un sentimiento nacionalista que posterior­ mente  se  consolidó  en  el  movimiento  independentista.  Los  anteriores  son factores internos que propiciaron el inicio de la Independencia novohispana.

Las Reformas Borbónicas limitaron  la participación  de los criollos en  el ámbito político  de la Nueva España,  por lo  que el territorio  quedó  bajo  el mando  de los españoles peninsulares,  ya que se entendía que ellos buscarían  defender los intereses de la Corona por haber nacido  en  España; frente a los criollos,  que eran  hijos de españoles nacidos en  América,  quienes podrían  defender intereses contrarios a los de España.

Cuando  se apartó  a los criollos de la vida política novohispana,  éstos quedaron  sujetos al control político  y  económico  de los peninsulares. Ante esta situación, los criollos desarrollaron una identidad diferenciada y  un  sentimiento  de orgullo  novohispano: reconocían  la grandeza de los antiguos señoríos de Mesoamérica,  cuya esencia seguía presente entre los indígenas y  los mestizos.  De esta manera,  los criollos rechazaron  los privilegios y  el dominio  de los peninsulares,  a quienes se les veía como opresores que cometían  actos injustos contra la mayoría de la población y  que apoyaban  prácticas como  la esclavitud,  los juicios del Tribunal del Santo  Oficio  de la Inquisición  y  la falta de libertades,  así como  la explo tación  y  la apropiación  de los recursos naturales.  Ante eso,  los líderes del movimiento  de Independencia se caracterizaron  por buscar un  sistema político  más justo,  la abolición  de la esclavitud  y  la emancipación  de la Nueva España.

La aplicación de las Reformas Borbónicas y la desigualdad que éstas pro­piciaron entre la población novohispana ocasionaron conflictos entre los peninsulares y los criollos. Estos últimos, al ser ignorados por la nueva política,  buscaron  una  identidad  propia  fundamentada  en  el  orgullo  de haber nacido en el territorio de la Nueva España. Este orgullo se trasformó cuando las personas nacidas en lo que hoy se conoce como México se reconocieron como iguales en bagaje cultural y derechos, lo que originó una identidad que les permitió aliarse en la búsqueda de mejoras respecto al trato que recibían de las autoridades españolas. Esta alianza se consolidó con la creación de grupos independentistas.

Para entender las causas que provocaron la lucha por la Independencia novohispana, es necesario dividirlas en factores externos (procesos ocurridos fuera de la Nueva España) e internos  (procesos  que se suscitaron dentro de la colonia española), este contexto incidió en la población para crear un ambiente independentista. Ejemplo de lo ante­rior son las Ideas ¡lustradas que llegaron de Europa y que influyeron para instaurar un gobierno republicano donde la población participara en las decisiones políticas. Con la Independencia de las Trece Colonias y la Revolución Francesa se demostró que el siste­ ma monárquico absolutista ya no tenía poder para sostenerse como sistema político. Por su parte, las Reformas Borbónicas hicieron visibles las injusticias que vivía la mayor parte de la población novohispana e impulsaron el deseo de independencia entre los criollos.