LA IMPORTANCIA DE LAS FUENTES HISTÓRICAS

El estudio de los procesos donde han participado y participan las mujeres y los hombres en el tiempo, se puede hacer, en primer lugar, recuperando y organizando los datos y estudiando u observando las evidencias que han quedado de esas actividades y, en segundo lugar, realizando un análisis e interpretación de ellos para tratar de recrear los sucesos estudiados. Así, la historia se construye a partir de múltiples y diferentes fuentes.

LAS FUENTES PARA LA HISTORIA

Las fuentes para hacer la historia pueden ser restos materiales como herramientas, evidencias, documentos y codo lo producido que aporte información de los sucesos.

En tiempos antiguos, la historia se hacía a partir de mitos y narraciones, algunas llenas de fantasía donde los dioses eran los personajes principales. Todo ello se contaba de manera oral.

Después, para evitar que se olvidara, se dejó por escrito y fue elaborada con diferentes métodos.

Con el paso del tiempo, la historia se fue modificando: de ser un mito, un cuento o una leyenda, se ha convertido en un campo de análisis muy amplio. Por ello y más, sus fuentes también se han transformado, multiplicado y diversificado.

En el siglo XIX, los historiadores positivistas establecieron que sólo se podía hacer historia a partir de documentos, los cuales se encontraban en los archivos. Indicaron que éstos debían ser leídos sin ser interpretados. La versión de los hechos resultante de este proceso objetivo sin duda contaría lo que verdaderamente había sucedido.

En el siglo XX, las diferentes corrientes disciplinares que estudian la historia no estuvieron de acuerdo con esa posición y establecieron que la historia puede y debe hacerse a partir de muchas fuentes. Éstas pueden ser documentos, testimonios o restos materiales como ropa, herramientas, fósiles, e incluso elementos como el polen o los paisajes. También son fuentes todo lo producido por las sociedades que permita recrear la historia.

Las fuentes deben ser analizadas e interpretadas por los historiadores para tratar de presentar lo que han hecho los hombres y las mujeres en el transcurso del tiempo. 

Esta manera de entender la investigación histórica promueve el diálogo de esta disciplina con otras ciencias sociales; entre ellas, la antropología, la economía y la geografía, recuperando para sí el universo de lo social creado por las personas en toda la historia de la humanidad.

Además, la nueva forma como se abordó la historia dejó atrás lo individual y desarrolló el estudio de lo colectivo.

Esto llevó a considerar nuevas fuentes de tipo social generadas por grandes grupos. El camino hacia una historia de carácter científico implicó el desarrollo de nuevas técnicas, nuevos procedimientos de interpretación y nuevos temas.

Todo ello generó la necesidad utilizar de nuevas fuentes históricas.

Tras plantearse que la historia no debe ser sólo descriptiva ni neutral, sino una interpretación de la realidad, se construyeron nuevos modelos explicativos, procedimientos y técnicas que permitieron una mayor diversidad de fuentes, de manera que se aceptaron como tales la fotografía aérea, el análisis de polen, los testimonios involuntarios, la cartografía, entre otras.

Finalmente, la incorporación de nuevos temas como objeto de estudio de la historia derivó en la creación de nuevos sujetos y campos de estudio. Para ello se admitieron nuevas fuentes como el análisis del medio ambiente, los climas y las prácticas culturales, por mencíonar algunas.

Fuentes primarias y secundarias

Después de establecer el papel que juegan las fuentes históricas, ahora se presenta la forma como se dividen para identificar sus características: primarias y secundarias.

Fuentes primarias

Las fuentes primarias son aquellas evidencias que se producen cuando los acontecimientos se están desarrollando: son testigos de los hechos, sucesos y acontecimientos. Por ejemplo, tratándose de documentos, una fuente primaria del suceso de la expropiación petrolera es el escrito mediante el cual el presidente Lázaro Cárdenas del Río la decretó el 18 de marro de 1938.

Una fuente primaria, referida a un resto de material que no es un documento, está en la historia antigua del territorio que hoy ocupa México, en los momentos de auge de la cultura maya y es el Friso de Balamkú, Campeche: una pared modelada que muestra el gran desarrollo alcanzado por los mayas en el campo arcístico.

Fuentes secundarias

Estas fuentes son aquellas muestras de los sucesos y acontecimientos que se produjeron después de que éstos terminaron y que, evidentemente, serán interpretaciones de lo sucedido: pueden ser un análisis, un libro o una escultura.

Una fuente secundaria sobre la Revolución francesa sería, por ejemplo, un estudio actual del documento Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano que explique que la clase burguesa no quería igualdad para los esclavos de los territorios dominados por Francia ni para las mujeres francesas, sino que pretendía mantener para sí los privilegios que anteriormente tenía la nobleza. Este es un documento que se puede clasificar como fuente secundaria porque no se escribió cuando se desarrolló el acontecimiento, sino después.

En el caso de la Revolución mexicana, un análisis actual del momento cuando los dos grandes caudillos populares, Francisco Villa y Emiliano Zapata, con sus ejércitos, se encontraron en la Ciudad de México el 6 de diciembre de 1914 puede ser una fuente secundaria aunque se incorpore una fotografía de los jefes revolucionarios y sus ejércitos, la cual es una fuente primaria.

Otra fuente secundaria es el libro Patria 3 de Paco Ignacio Taibo II, el cual refiere el momento cuando el archiduque y emperador de México Maximiliano de Habsburgo fue fusilado en Querétaro en 1867, terminando así su mandato al frente del Segundo Imperio mexicano. Este texto menciona que desde el lado republicano se presionó al presidente Benito Juárez para que se mantuviera firme en la ejecución de Maximiliano, diciéndole que "la tropa enardecida pedía esas vidas, no como venganza, sino como justicia y ejemplo para los dominadores y traidores de todas las patrias".

Un último ejemplo de una fuente secundaria es la escultura de la Diana cazadora, obra del escultor Juan Olaguíbel, colocada en una fuente de la avenida capitalina Paseo de la Reforma en los años cuarenta, que proporciona información sobre una etapa cuando México iniciaba un giro a la derecha en su política y una etapa de crecimiento sin desarrollo.

La historia utiliza fuentes primarias y secundarias cuyo uso adecuado permite estudiar la información de los hechos, acontecimientos y procesos históricos. A su vez, esto permite realizar un análisis e interpretación detallados de los mismos.

La historia se construye a partir de fuentes primarias y secundarias, las cuales deben ser observadas, estudiadas, criticadas y puestas a prueba para poder hacer un análisis profundo de algún hecho, proceso o periodo histórico a partir de ellas. Mediante el estudio de las fuentes, los historiadores pueden explicar, de manera aproximada, lo que los hombres y las mujeres han vivido, sentido y compartido a través del tiempo.

Fuente: Colección Ximhal. Ética, naturaleza y sociedades. Primer grado de secundaria. Dirección General de Materiales Educativos de la Secretarla de Educación Pública.