La sociedad romana fue una sociedad jerarquizada, no igualitaria, ya que, de acuerdo con el lugar de origen, la familia y los recursos que se tenían, sus habitantes obtenían derechos y privilegios. Los conflictos entre las élites, el pueblo en general y los esclavos fueron constantes, pues las élites buscaron mantener sus privilegios a costa de los otros grupos sociales, y no permitir que los plebeyos accedieran a un poder que los pudiera poner en peligro; estos últimos demandaban mayor acceso a puestos de autoridad y mejores condiciones de vida, sobre todo en momentos de crisis .
La sociedad romana clasificaba a los habitantes de acuerdo con su origen y condición social para asignarles el lugar que ocuparían en ella. En primer lugar, se encontraban las antiguas familias nobles (llamadas patricios); después los plebeyos, familias que no pertenecían a la nobleza; luego estaban los proletarios, campesinos que habían llegado a Roma sin nada; y finalmente, los esclavos, que eran tratados como posesiones de sus amos.
Los ciudadanos en Roma tenían ciertos derechos, como poder elegir a sus representantes. En un inicio, quienes tenían propiedades podían votar, posteriormente se les permitió ejercer su voto a los que no tuvieran bienes y a quienes vivían fuera de esa ciudad. Como todos los ciudadanos, incluidos los pobres, podían votar; en las elecciones frecuentemente se buscaba su voto con promesas o dádivas.
El senado fue conformado por un grupo de personas pertenecientes a las élites económicas y a las familias nobles (originalmente sólo los patricios podían ser senadores), que eran representantes y asesores de los gobernantes; tenían influencia en las leyes, el gobierno y la designación de los gobernantes. Más adelante, también se instauraron órganos representativos de los plebeyos. Dos grandes grupos se organizaron en la política romana: los que representaban los intereses de la aristocracia y los que buscaban el apoyo del pueblo.
Los conflictos sociales al interior de Roma , encabezados por esclavos y los proletarios fueron constantes. Entre plebeyos y patricios la lucha se dio por alcanzar las élites , mantener e incluso aumentar los privilegios; además, los plebeyos amenazaban con salir de Roma. La presión que ejercieron y la amenaza de levantamientos sociales obligó al senado a ceder; lograron nombrar a sus propios representantes y funcionarios para defender sus intereses. Los representantes de los plebeyos fueron llamados tribunos, y alcanzaron ciertos privilegios.
Algunos plebeyos adquirieron dinero y poder, y poco a poco comnezaron a obtener cargos. Aun así, siempre hubo hacia ellos cierta discriminación social debido a su origen familiar, los recursos económicos y la pertenencia de clase.
La corrupción, las traiciones, las intrigas y asesinatos, fueron una constantes en la política romana en todos los niveles debido a las ambiciones personales . Y aunque hubo gobiernos y momentos menos corruptos, en general se caracterizaron por defender los intereses y privilegios de las élites.
La sociedad romana fue desigual, aunque según su lema gobernaba el pueblo y el senado, no todos los sectores sociales tuvieron acceso a las decisiones políticas ni tuvieron los mismos derechos. El marcado contraste, por ejemplo, entre los ricos comerciantes y los miserables esclavos del campo, muestra los contrastes de una tica sociedad y un lujoso imperio a costa del trabajo y la explotación de las provincias sometidas y la posición social.